AFP


El Gobierno de EEUU estima que está gastando más de $62 millones cada semana en atender a los inmigrantes menores no acompañados bajo custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), según un reporte de el diario The Washington Post.

El número de menores no acompañados registró un aumento del 100% en un mes, al sumar más de 18.890 niños, según los datos publicados el jueves por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).

Esos menores, admitidos en territorio estadounidense, representan un desafío logístico cada vez mayor para el gobierno, que tiene que albergarlos mientras espera reunirlos con algún familiar en el país.

El miércoles las autoridades informaron que tenían a su cargo a 20.000 niños migrantes no acompañados, 4.228 a cargo de la CBP y 16.045 bajo custodia del Departamento de Salud (HHS).

Las cifras en la frontera "han estado al alza desde abril de 2020 debido a razones que incluyen la violencia, los desastres naturales, la inseguridad alimentaria y la pobreza en México y en los países del Triángulo Norte de América Central", indicó la patrulla fronteriza.

"Esto no es algo nuevo", afirmó Troy Miller, comisario interino de la CBP.

La mayoría de los migrantes provienen de México y Honduras, El Salvador y Guatemala y, según la CBP, hay una creciente tendencia a la migración en grupos.

De acuerdo con las autoridades, un 60% de los migrantes que llegaron a Estados Unidos en marzo -103.900 personas- fueron expulsados. De ellos, 28% eran migrantes que ya habían sido deportados del país.

La cantidad de migrantes indocumentados detenidos en la frontera sur de Estados Unidos subió un 71% en marzo con respecto al mes anterior, sumando 172.331 personas, un máximo en 15 años que plantea un creciente desafío para el gobierno de Joe Biden.